giovedì 29 marzo 2007

A proposito di Rose e di Tango

Rosa de otoño

Vals
1923
Música: Guillermo Barbieri
Letra: José Rial

Tu eres la vida, la vida dulce,
llena de encantos y lucidez;
tú me sostienes y me conduces
hacia la cumbre de tu altivez.

Tú eres constancia, yo soy paciencia;
tú eres ternura, yo soy piedad
Tú representas la independencia,
yo simbolizo la libertad.

Tú bien lo sabes que estoy enfermo
y en mi semblante claro se ve
que ya de noche casi no duermo,
no duermo nada ¿sabes por qué?

Porque yo sueño cómo te aprecio,
de que a mi lado te he de tener...
Son sueños malos, torpes y necios,
pero, mi vida, ¡qué voy a hacer!

Yo sufro mucho, me duele el alma
y es tan penosa mi situación
que muchas veces, por buscar calma,
llevo mis dedos al diapasón...

De tu desprecio nunca hagas gala
porque, si lo haces, ¡pobre de mí!...
Quereme siempre, no seas tan mala...
Vamos, ingrata, ¡no seas así!

2 commenti:

niky ha detto...

A volte penso che la bellezza dei tanghi stia, oltre che nei testi, nel fatto che essi sopravvivono al passare dei lustri: hanno una storia, sono stati vissuti da generazioni di compositori, fino ad arrivare ai giorni nostri trasformati nelle varie versioni quasi sempre bellissime.

Anonimo ha detto...

Sei un poeta, Niky.